Imagen de Jesús de Medinaceli:
La imagen de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli es una talla barroca de escuela sevillana, de principios del siglo XVII. Está atribuida al círculo de Juan de Mesa o sus discípulos Luis de la Peña o Francisco de Ocampo. Fue encargada por la comunidad de Padres Capuchinos de Sevilla y trasladada a la colonia española de La Mamora (África) en 1614, para que sirviera de culto a los soldados católicos que residían alli.
En 1681, la ciudad volvió a ser musulmana tras caer en manos del sultán Moulay Ismaïl, quien en lugar de destruir la imagen, ordenó enviarla como ‘trofeo de guerra’ a otra ciudad al norte de Marruecos, Mequinez (Meknes). Como trofeo, arrastraron la talla por las calles para que todos pudieran mofarse, insultarla y escupirla. A pesar de este castigo, la imagen del Cristo no sufrió grandes desperfectos. La imagen fue rescatada de manos musulmanas por la Orden de los Trinitarios, donde permaneció hasta 1682 en que fue traída a España. Fue llevada por los trinitarios a Madrid, donde comenzó su devoción bajo el título de Jesús del Rescate, y en 1689 se erigió una capilla para su culto en unos terrenos cedidos por Juan Francisco de la Cerda y Enríquez de Ribera, VIII duque de Medinaceli (1637-1691), pasando el patronato a la familia. Ya en el S. XX, la imagen fue traslada a Suiza en 1937 para participar en una exposición de obras de arte de la Sociedad de Naciones. Gracias a esta eventualidad la talla no sufrió deterioros irreparables durante la Guerra Civil Española (1936-1939) periodo durante el que se perdieron muchas imágenes de Madrid. Los padres Capuchinos gestionaron su regreso a España en 1939.
Mide 173 centímetros de altura y representa a Jesucristo en el paso del Ecce Homo. Está tallada por completo, y dispone de un Paño de pureza anudado a la cintura. El escultor reflejó el sufrimiento del momento representado en la mirada, así como en su posición curvada, producto del dolor de la flagelación. Dispone de cabello tallado, oculto tras una peluca natural. Realiza su estación de penitencia en la tarde de Viernes Santo sobre un trono realizado por Francisco Palma Burgos en 1944. Debido a su peso, tres toneladas y media y sus cuatro metros del altura, el paso es empujado. Dispone de un ángel en cada esquina, que sujetan candelabros de guardabrisas, y los faldones están bordados en oro con el escudo de la cofradía, y los de la Orden de los Capuchinos y de los Trinitarios. La imagen fue profundamente restaurada en el año 1997.
La imagen dispone de un ajuar compuesto de más de treinta túnicas, entre las que destaca una realizada en 1846, regalo del rey Francisco de Asís; tres coronas de plata sobredorada, una de espinas naturales y otra de oro macizo con incrustaciones de piedras preciosas, realizada en 1956 por joyeros madrileños, que utiliza únicamente el primer viernes del mes de marzo y el día de su estación de penitencia. También destaca en su ajuar una colección de escapularios, entre los que destaca uno de oro y piedras preciosas realizado en 1957 a juego con la corona de oro. (tomado de Archicofradia Jesús de Medinaceli Madrid)